lunes, 2 de enero de 2012

Autofotorretrato MAKING-OF

¡FELIZ 2012 A TODOS! Y que sea, ante todo, muy creativo.

En la entrada anterior publiqué mi autofotorretrato que obviamente se basa en un engaño óptico que hace parecer que mi propio reflejo en el espejo cobra vida y me observa, con cierto aire de desaprobación, todo hay que decirlo. La cuestión es que este tipo de montajes hoy en día no son nada de otro mundo, ya que cada vez más gente tiene cámaras modernas y maneja a nivel experto el Photoshop. Aquí os dejo un ejemplo, creación de mi amigo Maher, vía su página de flickr: Efecto clonación.

Ya que el tema principal de mi blog es la creatividad surgida de la falta de medios y el arte de apañarse con lo que uno tiene, yo quise realizar mi fotomontaje usando el material más básico posible y conseguir con la mínima inversión lograr un efecto pleno. Seguidamente os indico exactamente los pasos que seguí y veréis de qué os hablo.



1) Usé una cámara digital normal y corriente, de las baratas.


















2) Midiendo bastante a ojo el ángulo necesario para conseguir el efecto deseado me hice la foto de la cara inocente.

       












3) Procurando mover lo mínimo la cámara, cambié de postura para hacer la foto del reflejo malvado. Lo importante es lo que se ve en el espejo. La intención era conseguir el efecto óptico de que la mano del reflejo está posada sobre la superficie del espejo.














¡ATENCIÓN! Ahora viene lo bueno. Para juntar ambas partes de las dos fotos usé el PAINT. El programa más básico que puede existir.



4) Abrí la foto de la cara inocente, luego la del reflejo malvado, de la que recorté siguiendo a ojo una de las líneas del borde del espejo la parte que quería introducir en la primera, copié y pegué.





5) Ajusté el cacho recortado dentro de la primera imagen lo mejor posible, procurando que se note lo menos posible el punto de unión de ambas.














6) Algún recorte pequeño por los lados y centrar la imagen resultante para lograr una composición equilibrada y listo. No queda nada mal, ¿verdad?





7) Para lograr aún mejor efecto y un resultado final más estético, jugué un poco con la saturación, luminocidad y contraste de la imagen. Se puede hacer con cualquier programa de edición de imágenes. Yo, fiel a mis principios de bajo presupuesto, utilicé el Office Picture Manager que me venía de serie con el Windows. Y, ¡VOILÁ!, el autofotorretrato que ya os mostré en el post anterior estaba listo.





Para premiar a los aplicados que se han leído todo esto, aquí dejo un pequeño regalo. Es un experimento con los efectos de color, utilizando valores muy extremos, simplemente por ver cómo quedaba.




Se pierde el efecto óptico buscado porque ni se entiende que hay un espejo, ni lo que está ocurriendo en general en la imagen, pero a cambio es bastante terrorífica.

¡Hasta la próxima! Y tened cuidado con los espejos...

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