Como todos sabemos, ha sido demostrado durante siglos y siglos de investigación minuciosa que hacer trabajos de clase, salvo en casos muy aislados que no tomaré en consideración, no es divertido. Este blog es un trabajo de clase, pero al disponer de una libertad prácticamente ilimitada para realizarlo, he buscado la manera de convertirlo en algo que pueda disfrutar, en vez de dejar que se convierta en una obligación molesta. Mi solución ha sido tan simple como genial: escoger un tema que me apasiona.
El título del blog da alguna pista sobre el tema, pero son necesarias ciertas aclaraciones. La pobreza creativa podría perfectamente ser un defecto mío (no lo es ¿eh?), pero en ningún caso es una pasión; y tampoco voy a hablar de cómo la gente creativa no recibe suficiente apoyo y remuneración, bla-bla-bla. El tema que me interesa, y que espero que os acabe interesando a vosotros, es cómo la pobreza genera creatividad, es decir, cómo los pobres creativos no permiten que la falta de medios sea un obstáculo para expresarse y crear.
Preguntaréis, ¿y por qué te apasiona tanto un tema tal como ese? Tendréis la respuesta en el siguiente post. ¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario