Ante todo,
¡FELIZ NAVIDAD CREATIVA!
Están siendo unas vacaciones bastante ocupadas y hasta algo estresantes. Tal y como dije, con mi grupo nos pusimos manos a la obra con la autoproducción de nuestro segundo EP y estoy fallando una promesa que hice en entradas anteriores. Dije que iba a contar por aquí paso a paso el proceso de grabación, pero los problemas, imprevistos y, en general, el hecho de que el trabajo no esté fluyendo, sino más bien costando mucho, me lo impiden. Por decirlo de forma simple, estoy plenamente centrado en que todo salga bien y no me queda tiempo, fuerzas y motivación para encima contarlo. Bueno, pisemos el freno, que igual lo estoy pintando peor de lo que es. Que esté resistiéndose no significa que los resultados no nos estén gustando. Simplemente todo va más lento de lo previsto, pero lo que estamos consiguiendo... ¡MOLA!. De todas maneras contaré alguna cosa que otra en próximas entradas y dejaré ver nuestro estudio casero, totalmente DIY & Friends, pero de momento a lo que quiero dedicar esta entrada es a hablar del
trabajo en equipo.
En una de las clases de Métodos de Creatividad estuvimos hablando de los aspectos positivos y los negativos que tiene trabajar junto a otros. La clase estaba dividida en dos, hablando uno de los grupos de lo positivo, y el otro de lo negativo, enumerando ejemplos, argumentando, etc. Reconozco que inevitablemente en lo que me puse a pensar para sacar mis ejemplos y conclusiones fue en el trabajo en equipo que realizamos en
Fragile Things. Hay bastante que comentar sobre cosas buenas y malas que pueden surgir de la interacción de los miembros de un grupo de música y hay infinitas variables. No hay una sola verdad, cada caso es diferente, y para comprender plenamente la fuerza del choque creativo, o bien del apoyo mutuo que se puede generar, hay que vivirlo. Seguidamente yo hablaré de ello desde mi
propia experiencia, que es poca como cantidad pero bastante rica en matices, destacando primero lo posiblemente negativo y después lo innegablemente positivo e intentando transmitir el debate que se fue formando en clase sobre esas cuestiones.
ASPECTOS NEGATIVOS del trabajo en equipo dentro de un grupo de música:
- En mayor o menor medida, todos somos individualistas, es parte de la naturaleza humana. Por tanto, dentro de un proceso creativo nos puede resultar difícil
ceder ante los demás, abandonar o modificar nuestras ideas y creaciones para ajustarlas a la visión y deseos del resto de miembros.
- De la misma manera, por empatía, algo también muy humano, sabiendo lo que cuesta desprenderse de la visión personal sobre aspectos creativos, podemos vernos en una situación donde no aprobamos del todo algo pero lo dejamos pasar para evitar el conflicto.
No expresar toda inquietud o molestia es un fallo grave cuando lo que se busca es un ambiente creativo sano y productivo.
- También es necesario
ajustarse a la disponibilidad espacio-temporal de los demás miembros. Tener que decidir días, horario y lugar de ensayo puede ser una tarea difícil y agobiante. Por no hablar del mal sabor de boca que puede dejar la imposibilidad de dar un concierto debido a la imposibilidad individual de uno de los miembros.
-
Compartir mérito y ganancias. Sin duda no es nuestro caso, pero con más egocentrismo y más dinero de por medio me parece una muy probable fuente de conflictos.
-
Depender de los demás. Al comprometerte a formar parte de un equipo, en cierta manera estás colocando tu vida artística y creativa en manos del resto. Los grupos se pueden corromper, o directamente romper, por culpa de un sólo miembro, teniendo que cargar con ello todos los demás. Es un riesgo al que hay que exponerse.
- Para que un grupo funcione al 100%, hace falta que cada uno de los miembros esté al 100%. Sea en la creación o representación, en lo puramente musical o en cuestiones de actitud y compromiso, estando en un grupo te expones a que el
bajo rendimiento de los demás miembros te arrastre también a ti hacia abajo.
- Es muy difícil conseguir una buena sincronización y comprensión mutua en el proceso creativo junto a los demás. Sentir esa
falta de conexión y la
imposibilidad de transmitir al resto las propias ideas y conseguir los resultados y efectos deseados conlleva una gran frustración.
- Dentro o fuera de lo puramente musical siempre habrá aspectos de los demás miembros con los que
no te sientas del todo identificado y observar esos aspectos en el contexto del grupo, verlos representados por los demás en nombre del grupo puede llegar a molestar mucho, crear discusiones y "mal rollo".
Ahora es cuando aclaro que todo lo arriba dicho puede también ser positivo si se afronta con la
correcta actitud y disposición mental.
ASPECTOS POSITIVOS del trabajo en equipo dentro de un grupo de música:
- Claro que es difícil ceder ante las ideas ajenas al principio, pero cuando aprendes a hacerlo es cuando se genera el ambiente creativo más productivo y sano. Hay que dejar de lado el individualismo e intentar ver las cosas de forma objetiva y en conjunto porque es precisamente la
mezcla de ideas y aportaciones lo que le da verdadero valor a la creación final.
- Cuantos
más puntos de vista, más soluciones posibles a una misma cuestión. Eso también abre las puertas a la
valoración mutua, algo que la creación en soledad no permite. En un grupo puedes contar con la visión desde fuera del resto de miembros sobre aspectos de tu creación y eso, afrontado de la manera correcta, sin orgullo y testarudez de por medio, mejora indudablemente los resultados.
- Dentro de un grupo no tienes todo el mérito, pero
tampoco tienes toda la responsabilidad o la obligación de tener el 100% de iniciativa. De manera parecida, no te llevas todas las ganancias, pero, a cambio, también
compartes los gastos e inversiones hechas en el grupo.
- Realmente no se trata de depender de los demás, sino de
contar con los demás. La confianza, el positivismo y el apoyo mutuo son los que acaban generando ese sentimiento de
¡SOMOS UN EQUIPO! y quien lo ha experimentado sabe que es una sensación extraordinaria.
- Es muy poco realista pensar que en algún momento todos los miembros estarán a la vez al 100% de rendimiento, pero es precisamente eso lo que hace grande la experiencia en un grupo. No se trata de una exhibición personal, sino de un equilibrado reparto de tareas y participación. El objetivo es formar un todo que funcione,
ayudarse y cubrirse la espalda. Aquí las metemáticas fallan y la suma de tres personas a mitad de rendimiento personal, pero centradas en el objetivo común y trabajando juntas, puede perfectamente dar como resultado un 100% en el rendimiento del grupo.
- Efectivamente no es fácil conseguir el equilibrio en el grupo y la perfecta conexión con los demás miembros, pero tampoco lo es en la vida en general y no por ello dejamos de intentarlo. Conocer a los demás, confiar en ellos y abrirse a
aprender de ellos genera
fuertes vínculos que incrementan de forma exponencial la productividad y el disfrute de la experiencia en el grupo.
Con eso último que he dicho me quedo y para cerrar os digo que no me imagino creando, disfrutando y compartiendo la misma pasión con personas que no sean
mis mejores amigos. Los que lo habéis vivido sabéis de lo que hablo. No nos olvidemos nunca de valorarlo.